viernes, 1 de abril de 2011

¿Cómo lograr que los estudiantes tengan una cultura lectora?

Desde hace algunos años es bien sabido que en nuestra sociedad latinoamericana se habla de que nuestros estudiantes carecen de una cultura lectora que les permita desarrollarse en el ámbito educativo, personal, profesional, etc. Los que han investigado el asunto alegan que son múltiples los factores que determinan la veracidad de ésta afirmación: falta de tiempo, poca motivación, déficit en la comprensión de la lectura, ausencia de un hábito arraigado y profundo en tal actividad, la llegada de la tecnología, entre otros, forman parte de las excusas y argumentos que ha proscrito a nuestra población estudiantil actual como la generación que menos lee.
Algunos piensan que el fracaso o la situación radica en la ausencia de programas para tal fin, o peor aun, que teniéndolos el resultado es el poco impacto de estos programas para obtener el incremento de una población lectora aquí en Venezuela y en Latinoamérica.
Por lo tanto, resulta imperante elaborar y llevar a cabo acciones que sean más efectivas, que produzcan formas concretas de medir el efecto de estos programas en la población.
Aunado a esto, es necesario concentrar esfuerzos para el fomento de la lectura por placer y recreación en los espacios educativos donde se ha desvirtuado este valor porque tiende a concebirse el acto de leer como una obligación para el estudio. Es necesario deslindar esta actividad de las obligaciones y tareas académicas, ya que “… cuando avanzamos en la escolaridad obligatoria la lectura deviene un instrumento para los aprendizajes” (Solé, 1995, p. 5).
Ante tal realidad surge otra interrogante, ¿las estrategias metacognitivas y el uso de las TICS ayudarían a establecer una anhelada cultura lectora en nuestros estudiantes?
La metacognición puede ser entendida como el conocimiento y el autocontrol que una persona tiene sobre su propia cognición y actividades de aprendizaje; ello implica tener conciencia de su estilo de pensamiento (procesos y eventos cognitivos), el contenido de los mismos (estructuras) y la habilidad para controlar estos procesos, con el propósito de organizarlos, revisarlos y modificarlos en función de los resultados del aprendizaje (Weinstein y Mayer, 1986; Flavell, 1987). Es decir, en este constructo se pueden identificar dos componentes, a saber: la autoconciencia y la autorregulación.
Algunas de las estrategias metacognitivas que se podrían utilizar para mejorar la comprensión de la lectura son: clarificar los propósitos de la lectura, identificar los aspectos importantes de un mensaje, centrar la atención en el contenido principal y no en los detalles, chequear las actividades que se están realizando para determinar si la comprensión está ocurriendo, involucrarse en actividades de generación de preguntas para determinar si los objetivos se están cumpliendo y tomar acciones correctivas cuando se detectan fallas en la comprensión.
Por su parte, el docente debería jugar un papel significativo en el proceso, con la finalidad de promover el aprendizaje en el alumno, la estrategia de enseñanza metacognitiva debería entrenar al alumno en la autodirección y autorregulación de su propio aprendizaje.
Por otro lado, para combinar estas estrategias metacognitivas y lograr un cambio de cultura lectora en los estudiantes, seria interesante añadir un elemento que hoy por hoy ha tenido un importante auge en nuestra población estudiantil: el uso de las TICS. Aunque para algunos la incorporación de las TICS resultare descabellado y paradójico, incluso un enemigo peligroso y tenaz, debemos recordar que la lectura que enriquece no solo esta circunscrita a los libros impresos. Debemos aprovechar esa actual fascinación que tienen los estudiantes por la tecnología y sumarnos un punto a favor de la lectura y la comprensión. La entrada de las TIC en este quehacer puede extender mucho las posibilidades de llegar hasta ellos, con actividades más atractivas, más específicas, desde un enfoque diferente y que les permita trabajar también otras competencias.
Algunas de estas estrategias y actividades que podrían incorporarse a la dinámica educativa podrían ser las lecturas on-line de cuentos interactivos con imágenes animadas, también los videocuentos, los periódicos y revistas, puesto que el internet favorece el acceso abierto a múltiples de estas publicaciones. Las actividades de comprensión lectora interactiva tienen la virtud de que el participante o alumno puede ir autoevaluando su lectura y conocer si sus respuestas son acertadas o no lo son.
También el uso de presentaciones en el aula, sean diseñadas por el profesor o por los alumnos, tiene un fin expositor, por lo que precisa la lectura final del espectador a quien van destinadas. Las presentaciones permiten sintetizar las ideas, y ayudan a reflexionar al lector sobre cómo está expuesto el texto o lo que quiere expresar.
Existen otras acciones que no son menos fascinantes: la creación y utilización de wikis, blogs, cazas del tesoro, webtask, webquests puede estar enfocada a múltiples tareas. En todas ellas se precisa un usuario lector, que realizará o no una tarea resultante (enviar un comentario al blog, realizar una corrección o compartir información en una wiki, averiguar la respuesta a una serie de cuestiones o datos en las cazas del tesoro, descubrir determinada información para desarrollar una determinada tarea en las Webquests, etc.)
En este punto, y con base en la realidad de nuestro sistema educativo actual, los entes gubernamentales deberían invertir en la entrada y el uso de las TICS en nuestras aulas y comenzar a crear y levantar una generación con una cultura lectora arraigada, productiva y pertinente.
Además de su valor intrínseco, la habilidad para leer, el hábito de la lectura tiene alcances de gran amplitud. Los individuos que mejor leen son capaces de alcanzar más altos niveles, sin dejar de mencionar el lado humano, individual y colectivo, la lectura es el motor de la educación por cuanto su hábito permite desarrollar no sólo la capacidad pensante, sino también tener una mayor amplitud de las cosas, un mejor sentido humano, además de agudizar el criterio y la sensatez. Es el arma poderosa de la cultura y la educación.
Se debe impulsar de manera efectiva y promover y persuadir la actividad lectora. Y no sólo en los alumnos del colegio, sino en maestros y demás profesionales. La lectura no quiere decir solo el repaso de palabras.
Todos y cada uno de nosotros los que convivimos en las aulas con nuestros alumnos debemos hacer lo propio, no vamos a cambiar ni a mejorar nada solo con los deseos. Aprovechemos las virtudes que nos ofrece la tecnología y comencemos a innovar en los espacios de aprendizaje. No tiene que ser una utopía eso de crear una cultura lectora. Sí es posible. ¡Hay que leer y promover a hacerlo!

viernes, 4 de febrero de 2011

Bienvenidos !!!!!

Deseo con todo mi afecto darles a todos los que ingresen a este espacio una cordial y calurosa bienvenida. Espero que este tiempo virtual  sea un bálsamo de enriquecimiento mutuo para compartir esta experiencia innovadora...!!!!